domingo, 9 de junio de 2013

Gelatina y granita de manzana

Hola a todos,
Me llamo Sonia y soy una buena amiga de Carmen y chef. Carmen me ha pedido que colabore con ella en este proyecto que busca ayudar a todos aquellos con dietas restringidas debido a las cada vez más comunes alergias alimenticias. Debo decir que el reto es grande. Cocinar sin huevos, harinas de cereales, lácteos...no es tarea fácil pero intentaré aportar mi granito de arena con recetas que tengan un toque "profesional".
Hoy, dado que viene el calor y el buen tiempo he pensado en algo refrescante y dulce. Preparar postres con todas las limitaciones que este tipo de dietas nos obliga a respetar puede ser frustrante pero las frutas son una fuente interminable de ideas y allá va la primera.

Gelatina de manzana
1/2 litro de zumo fresco de manzana ( más o menos necesitaremos 8 manzanas Granny Smiths, las verdes, verdes)
1vaina de vainilla, abierta longitudinalmente
3 hojas de gelatina, remojadas en agua fría y escurridas
75ml de zumo de limón
Azúcar (opcional)

Granita de manzana
300 ml de agua
100 ml de azúcar
La piel de las manzanas usadas para el zumo
50-100 ml de zumo de limón

Empezamos con la gelatina. Pelamos las manzanas (guardando la piel para la granita), las cortamos en cuartos y quitamos el corazón y todas las pepitas y las licuamos. Limpiamos la espuma que haya podido quedar en la superficie y ponemos el zumo en una cacerola y calentamos lentamente. Todas las impurezas subirán a la superficie, así es que vamos retirándolas con cuidado. A continuación pasamos el zumo por un colador muy fino. Añadimos la vaina de vainilla a la que habremos retirado las semillas con la punta de un cuchillo, la gelatina remojada y escurrida y el zumo de limón. Debido al dulzor natural de las manzanas es posible que no haga falta añadir más azúcar, yo personalmente tiendo a preparar postres poco dulces, pero es mi gusto personal. Pasar la mezcla por el colador de nuevo y ya repartir en cuatro vasitos. Enfriar.

Para hacer la granita, llevar a ebullición el agua y el azúcar para conseguir derretir el azúcar. Dejar enfriar este sirope. Mientras tanto cortar finamente la piel de las manzanas y meterla en el congelador  unos 30 minutos (el frío ayuda a que se mantenga el color vivo de la piel) . Triturar las pieles con el sirope enfriado y la mayor parte del zumo de limón. Pasar a través de un colador. Debería estar dulce pero manteniendo cierta acidez. Añadir más zumo si es necesario. Meterlo en el congelador y cuando se endurezca usar un tenedor para rallar la superficie para ir consiguiendo la textura característica de la granita. Para servir, colocar la granita encima de la gelatina de manzana y adornar con una hoja de menta.

Espero que os animéis a prepararlo porque es muy sabroso e ideal para los calores que nos esperan.






1 comentario:

  1. Sonia, que interesante. Es una idea estupenda el poder utilizar la piel, dando dos texturas diferentes a este postre con un mismo ingrediente. Msñana mismo lo hago. Animaros vosotros tambien!

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